Overblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog

Archives

Publié par Walter Covens

Voici donc la première homélie traduite en espagnol dans l'histoire de ce blog. Nous souhaitons la bienvenue à tou(te)s les internautes hispanophones qui, grâce à notre traducteur pourront venir se nourrir de la Parole de Dieu que le Seigneur a demandé aux Apôtres d'annoncer dans le monde entier.

Esta es la primera homilía traducida al español en la historia de este blog. Les damos la bienvenida a todo(a)s los internautas hispanohablantes, quienes podrán venir, gracias a nuestro traductor, a nutrirse de la Palabra de Dios que el Señor encomendó a los Apóstoles que anunciaran por el mundo entero.


180px-iconostasis-in-moscow.jpg
La Visitación : el « grito silencioso » de Juan Bautista

    Después de Juan Bautista – o mejor dicho antes que él – la gran figura del Adviento que nos ayuda a « preparar los caminos del Señor », es María. En las iglesias de rito bizantino, el iconostasio (un tabique que separa los lugares donde está el clero celebrando del resto de la iglesia) tiene tres entradas. La del centro está cerrada por una puerta de doble hoja, a la que llaman « la gran puerta real ». Da acceso al altar y presenta la imagen de la Anunciación con las de los cuatro evangelistas. En las dos puertas laterales se encuentran los arcángeles Miguel y Gabriel. A la derecha (al sur) de la gran puerta real está el ícono de Cristo bendiciendo. A la izquierda, la de la virgen María teniendo en brazos a Cristo. Al lado del ícono de Cristo se halla el de San Juan Bautista.

    En el Evangelio de este último Domingo de Adviento, asistimos al encuentro de alto nivel entre Jesús, llevado por María y Juan, el Bautista en cierne, todavía en el seno materno, en el vientre de Isabel, « la estéril », ya que había sido concebido seis meses antes de Cristo. Para comprender, en lo posible, este misterio de la Visitación, conviene detenernos algunos instantes en su dimensión humana. Me permito citar aquí al Padre Daniel-Ange, quien se refiere a su vez a un librito de Luc Lannoye : Le tout-petit, éditions Fidélité, 1997. Demuestra que « todos los descubrimientos sobre la vida del niño in utero echan una luz auténticamente conmovedora sobre el acontecimiento de la Visitación ».  Vean ustedes.

Pero, ¿ cómo es este pequeño Juan ? Al principio de este sexto mes, Juan tiene 25 centímetros y pesa 500 gramos. La sangre circula a ritmo acelerado por sus vasos sanguíneos. El corazon late rápido. Nadando en su brubuja, ya se está chupando el dedo. Responde a las estimulaciones táctiles cuando el padre palpa con delicadeza y vientre redondo ya de la madre. Desde hace algunas semanas, percibe con nitidez los sonidos del exterior. Sus minúsculas orejas bien formadas están como al acecho todo el tiempo.

Los experimentos psicofónicos con ultrasonidos demostraron cómo entre la décimasexta y la trigésimasegunda semana de gestación, el niño ya está reaccionando ante los diferentes sonidos, moviendo los ojos de sus pequeños párpados ya formados. Desde el cuarto mes, funcionan sus orejas. Como vive en el líquido amniótico, no necesita cojín de aire en el canal auditivo para proteger al tambor y el agua es un mejor conductor de sonido que el aire. Lo oye todo y ante todo los latidos sordos del corazón de la madre. Oye un ruido muy alto en el útero que es el sonido acompasado de la circulación sanguínea de su madre así como los ruidos de los nervios que transitan por sus intestinos. Pero también percibe todos los ruidos del exterior como un portazo o una música muy alta. Y reacciona ante todo ello. En pocas palabras, ya está organizado su mundo fónico.

A partir del séptimo mes, oye los componentes de las voces. A los pocos días de nacer, ya sabrá distinguir entre un idioma extranjero y el idioma materno al que ya oyó mucho tiempo, acostumbrándose a él. Tantos experimentos científicos han demostrado esta sensiblilidad del niño a los distintos sonidos : algún director de orquesta se asombraba de que conociese ya una partitura casi completa y que la estudiara con mayor facilidad que otras, como si se reuniera con algo que estaba en lo más hondo de su ser. Desde luego, se enterará el director de que la madre solía cantarle este tema al niño, cuando él todavía estaba in  sinu.

Sobre todo, a partir de este sexto mes, el niño está sensible al mismo contenido de los cantos y músicas. Alguna madre confiesa haber tenido que marcharse de una discoteca donde le hubiera gustado quedarse, porque dentro de ella el niño manifestaba rechazo a esa música violenta. El hard rock lo agita, una canción de cuna lo apacigua. A ese nivel ya está empezando a memorizar. Su inconsciente trama todo lo que está oyendo, todo lo que transcurre alrededor de su madre.

Unos científicos ingleses demostraron que un niño reconoce incluso las historias leídas por la madre. Un feto de cuatro a cinco meses siente perfectamente si la música es pacífica o agresiva. Se relaja escuchando a Vivaldi. El genial Yehudi Menuhin demostró que era posible conseguir por la música que vibrara al niño antes de nacer. Además, ya el niño tiene ultrasensibilidad con la luz : si un foco demasiado intenso apunta al abdomen de la madre, los latidos del corazón del niño se aceleran.

Desde principios del sexto mes, son sus primeros movimientos muy perceptibles, sus primeras degluciones. Está activo sobre todo por la noche, cuando está acostada la madre. Sus pulmones ya están formados, ya empieza a hacer algunos movimientos respiratorios.

    Belleza de la creación... Esplendor de la vida humana... Hoy en este campo, somos unos testigos privilegiados, ¡ con respecto a todas las generaciones que nos precedieron ! Nunca antes habíamos podido tener un conocimiento tan preciso de la vida del embrión y de su “grito silencioso”. Estoy aludiendo, pues, al filme realizado por el Dr Bernard Nathanson, ardiente promotor de la legalización del aborto en Estados Unidos, quien se arrepintió al ver la ecografía de un aborto, convirtiéndose desde entonces en un ardientre apóstol de la abolición de la legalización del aborto.

    En el episodio de la Visitación, existe también un grito silencioso, pero un grito de alegría, el de Juan, un embrión de seis meses. Luego, es el grito sonoro de Isabel, su madre, quien exclamó : "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".

    ¿Cómo pudo Isabel oír el grito silencioso de Juan? Porque es un grito acompañado por un estremecimiento fuerte, por una danza ante el autor de la vida llevado por María, Arca de la Nueva Alianza, Tabernáculo de la Vida, custodia de la Presencia Real. Juan que oye la salutación de María, Isabel que percibe el estremecimiento de Juan : todo ello está confirmado hoy por la ciencia y debe suscitar nustra admiración, nuestro respeto ante el esplendor de la vida humana antes del nacimiento.

    Pero en vez de eso, preferimos taparnos los oídos, taparnos la cara. Aun cuando el feto percibe la luz y oye los sonidos desde el sexto mes, los mayores de este mundo (los adultos) se niegan a ver la luz, no quieren oír hablar a Dios ni de Dios. Nathanson sufrió calumnias. La verdad de su filme fue confirmada por la justicia  (25 de febrero de 1992). Eso no cambió nada : el 28 de diciembre de 1997 fue inaugurado en Francia  el primer “Memorial de los Mil millones” (mil millones de abortos según las estadísticas de la ONU). Hoy, en el momento en que les estoy hablando a ustedes, se cuentan más de 1.412 milliones de abortos desde el 22 de enero de 1973 (“Roe versus Wade”).

    ¿ Es o no es el aborto “un crimen abominable” ? Si lo es, lo tenemos que decir. Y hay que hacer más, hay que enseñarlo. El aborto no es una sencilla desaparición, es un crimen, según nos decía Juan Pablo II. Entonces, hay que enseñarlo. El impacto de las fotos es tan importante como el peso de las palabras.

    ¿ Notaron Ustedes que durante los debates televisivos sobre el aborto, no se ven más que adultos y niños? Los primeros interesados, los embriones, son los primeros ausentes de estos programas, cuando éstos tratan esencialmente de la suerte que se les reserva.
No los presentan nunca :

  • ni en las etapas sucesivas de su desarrollo,
  • ni en su estado de víctima,
ni en su combate por salvar su existencia.

    Ahora bien, aquí sobre todo no se puede hacer caso omiso de las imágenes.

¿ Acaso se prescinde de las imágenes en los reportajes sobre los campos de exterminación nazis, cuando son imágenes apenas soportables ?

¿ Acaso se prescinde de las imágenes en la presentación de algunos accidentes de tránsito, cuando se quiere avisar a los conductores para evitar semejantes catástrofes? Sin embargo, la protección de la vida que empieza bien vale la seguridad por las carreteras.

¿ Acaso se prescinde de las imágenes, cuando se quiere advertir a los jóvenes contra el uso de la droga, enseñando el estado de degradación a donde los lleva?

    Después de haber visto “El Grito Silencioso” del Dr Nathanson, Juan Pablo II declaró : “Tuve la oportunidad de ver semejante filme y todavía hoy no puedo liberarme de su recuerdo. No puedo liberarme.  Cuesta imaginar ese horrible drama con toda su elocuencia moral y humana” (4 de junio de 1991).

    No se trata de condenar a quien sea. Dios es el único juez, pero se trata de denunciar un escándalo que el silencio y las omisiones culpables tienden a hacer común. Unas mujeres de 20 a 30 años, después de haber sufrido el aborto, declararon “haber sido engañadas” en cuanto a su naturaleza. Les dieron a pensar que se trataba de la ablación de un tumor benigno. Podemos y debemos militar por el respeto a la vida, sin ser acusados de agresividad o maniqueísmo. No podemos, no debemos callar la enseñanza moral de la Iglesia, a no ser que nos reconozcamos como pecadores y nos dispongamos a ser juzgados por esta verdad. Los santos tienen esta humildad : “Señor, desconfía de Felipe, decía Felipe Neri, esta misma noche podría ser musulmán”. Nosotros también podemos decir : Señor desconfía de mí. Yo mismo(a) podría tener la tentación de abortar o de llevar a alguien (a mi hija, a mi amante) a abortar.

    Una reciente iniciativa (ver artículo anterior) invita a todo los sacerdotes de Francia a tocar a muerto el 28 de diciembre, día de los santos Inocentes, a las 6 p.m., antes del Ángelus. Ella pide también a todos los feligreses que inviten a sus párrocos a hacerlo. Hagamos este gesto simbólico, pero significativo, que intenta sensibilizar a la una opinión pública tan dura como piel de elefante, mediante nuestra plegaria, y, con motivo de las Navidades, démosle peso a nuestra plegaria aligerando nuestro monedero, en beneficio de tal o cual obra que se dedica a las madres en peligro. ¡ Salvar una vida no tiene precio ! Tal vez digan ustedes que eso no va a cambiar nada. Lo peor sería que algún día nos reprochen no haber actuado. Una cosa es cierta : con nosotros o sin nosotros, ¡ la Luz vencerá a las tinieblas !

                 Traducción al español de Jean-Louis JOACHIM
Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Commenter cet article